Vamos de vuelta:
Durante un tiempo, desde hace bastante, no sé exactamente cuánto porque es una idea que desarrollé sin querer con el paso del tiempo, tuve un pensamiento revelador. Una verdad que me fue revelada no de manera instantánea, sino progresivamente. Una verdad divina que como tal estuvo siempre a la vista, pero no me era permitido conocer.
De todos modos, hoy sé que nunca fue tal cosa porque acabo de modificar dicha concepción. El cambio no es sustancial, sino más bien es un ajuste de forma y en parte de contenido. Pero repito (y van a comprobarlo ustedes mismos), no estoy hablando de una nueva verdad, porque naturalmente verdad hay una sola. Sino más bien podríamos decir que una hipótesis suplementaria entró en juego pero que el hard core permanece intacto.
Sostenía: la gente es tonta
A partir de hoy sé que: somos todos pelotudos
La idea fundamental permanece (la estupidez general --que ahora que lo pienso, es probable que tenga varios puntos en común con la voluntad general del compañero J. J. Rousseau). Pero tal como adelantara unas líneas más arriba hay un evidente cambio en la forma que tiene al menos dos beneficios interesantes:
- Me va ahorrar la otrora infaltable contestación: "pero vos también sos gente..." y mi explicación subsiguiente.
- En lugar de 4 palabras uso sólo 3 (no voy a explicar este beneficio porque tiene amplias ramificaciones y dá para un rato, mejor sintetizo con un dicho que me gusta: lo bueno si breve, dos veces bueno).
Igual, esta versión es mejor. No se puede negar que tiene más punch.
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